martes, 13 de junio de 2023

¿Unir lo disperso?




He querido dejar un tiempo prudencial antes de comentar algo de interés de lo acontecido en la 62.ª Asamblea General del CLIPSAS reunida en Estambul. Iba a titular este artículo como “El populismo llega al CLIPSAS”, se entendería como una estrategia política que divide a unos masones contra sus enemigos, pero es más simple y menos decoroso.

¿Puede una organización francmasónica sostenerse al margen de la ética?

La masonería en sí, y en este caso la masonería liberal es ya de por sí la encarnación de un conjunto de valores éticos. Es o debe ser, la expresión de una serie de apuestas morales, principalmente, la protección de los individuos y las minorías. Y lo sucedido en el último acto de la Asamblea es un punto grave a tener en cuenta.

La historia empezó en la Asamblea del 2022 en Lisboa. Cuando se presentó para su ingreso como miembro del CLIPSAS el Gran Oriente de Andorra con las aplomaciones de tres Obediencias miembros de la misma (Gran Oriente de Cataluña: favorable, Gran Logia Francesa de Misraïm: favorable y Gran Logia Soberana Mixta de Francia: favorable). Antes de la votación se hizo salir de la sala a los representantes del Gran Oriente de Andorra para proceder a la misma, y una vez que los miembros de la delegación de Andorra ya no estaban, el máximo representante de la Gran Logia Simbólica Española empezó a proferir de manera desfavorable sobre el Gran Oriente de Andorra, incluso insinuando la falsedad de las aplomaciones, sin poder los andorranos defenderse de tales afirmaciones. Acto seguido se procedió a la votación, y acontecieron una serie de problemas informáticos y los andorranos perdieron por un voto. Se pidió que por los problemas informáticos se repitiera la votación, y sin emitir explicación alguna finalmente no sucedió.

El Gran Oriente de Andorra, durante los meses siguientes presentó una reclamación ante el Bureau del CLIPSAS y al final se aceptó presentar la petición de una nueva votación en la Asamblea de Estambul a realizarse en mayo de 2023.

Y llegó el acto final en Estambul. Donde primero se presentó por parte de los organizadores de la Asamblea de Lisboa el error de cómo se realizó la votación concretamente sobre el Gran Oriente de Andorra, aduciéndolo todo a un problema informático sin mala intención. Acto seguido se pidió al representante del Gran Oriente de Andorra que se presentara ante la Asamblea, y una vez realizada la presentación, se le pidió que abandonara la sala para proceder a la votación. Entonces, una vez más el Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica Española quiso ponerle solemnidad a su intrascendencia y empezó su desaforado ataque contra el Gran Oriente de Andorra y sus miembros de una manera nunca vista por los asistentes en un acto similar. Llegando a llamar de mafiosos a sus miembros, y mas concretamente a uno, al que amenazó (ante la imposibilidad de poder defenderse en su ausencia) lanzando una forma de “fatua” en la que indicó que estaría todos los años que el Gran Oriente de Andorra se presente, para declarar y así evitar que pueda entrar en el CLIPSAS.

¿Lo estará?, la respuesta es sí, dado que antes de dejar de ser Gran Maestro, se postuló y fue aceptado como miembro de la comisión estatutaria del CLIPSAS. Y más aún, a quien postulan como nuevo Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica Española también fue nombrado como representante del CLIPSAS ante las Instituciones Europeas.

Llamar mafioso, mafiosos, a hermanos sin presentar una sola prueba, sin poder defenderse y lanzar una amenaza, olvidando el quinto punto del compañerismo… defenderé vuestro honor tanto en vuestra ausencia como en vuestra presencia, no parece ser un acto muy masónico ni tampoco una manifestación de libertad de conciencia para unir lo disperso, como pregona el CLIPSAS.

La aceleración de la vida masónica en esos congresos seudo políticos, es una mala noticia porque encaja difícilmente con la deliberación y asimilación de los problemas de una colectividad. No obstante, es un fenómeno seguramente inevitable, con la aceleración de la vida social y tras la digitalización del espacio masónico, en el que el hermano masón se desafecta sobre todo cuando comprueba que sus temas no se contemplan. Y luego, en segundo lugar, cuando comprueba que las Obediencias están cínicamente organizadas alrededor del criterio de unas pocas personas. Este último aspecto masonería liberal, la competición en participar en un cargo internacional, es a la vez problemático e insoluble: no podemos prescindir de las Obediencias, y no pueden ser de otra manera. Ahora bien, todos los masones se merecen el mismo respeto.

Quien dijo: “Se hace masonería en las logias, en las Obediencias se hace otra cosa.”

“Un jefe cherokee contaba a sus nietos cómo en las personas hay dos lobos, el del resentimiento, el abuso y la prepotencia, la mentira y la maldad, y el de la bondad, la alegría, la solidaridad, la misericordia y la esperanza.
Terminada la narración, uno de los niños preguntó:
- Abuelo, ¿cuál de los lobos crees que ganará?
El abuelo contestó:
- El que alimentéis.” (Proverbio Cherokee)

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