domingo, 10 de mayo de 2020

El Barón de la masonería


Renunciar a moldearse al vulgo y no comulgar con lo gregario ausentándose de los límites geográficos de una nación, denota una libertad en el espíritu, más aun, en un mundo exiguo de hombres que no cavilan porque no caminan sino que viven apresurados, y donde el hábito de pensar es cada vez menos cotidiano. Es ahí donde debemos detenernos, en el punto de inflexión donde la realidad nos muestre una identidad y nos ayude a darnos cuenta de que tenemos la capacidad de discernir, que dentro de todas nuestras contradicciones siempre hay un acierto. Ergo, renuentes los irreverentes con la ortodoxia, nos encontramos como aguja en un pajar, pero al final, nos encontramos.

En ese devenir diario, Llorenç Lluell y yo venimos intercambiando ideas de cuestiones que nos atañen, por supuesto, música, masonería, historia, etc.

Llorenç Lluell, a quien amigablemente nombré en este artículo como “El Barón de la masonería”, un hombre sencillo, con una calidad humana extraordinaria, y con quien hemos cultivado una amistad, nos deja siempre en cada palabra su distintivo.

Llorenç es desde mi perspectiva una reverberación, alguien que brilla por su ingente figura, que sin duda refleja mucho, y que en ese reflejo, como en los espejos de Borges, infinitos los vemos...

Es vicepresidente del Instituto Masónico de España y el año pasado presentó su libro “Llorenç Lluell, un proyecto de masonería transnacional” y por si fuera poco acaba publicar un libro de poemas en español e italiano “Perinde ac Cadaver”.

De esas conversaciones, más que una entrevista, nació una especie de coloquio que se los presento a continuación y que muestran lo interesante que es escuchar (en mi caso) o leer a un hombre con su interminable recorrido por la masonería.

Coloquio (Entrevista)

E.E..- Llorenç Lluell, es demasiado lacónico en sus apariciones por el internet, dado que es un hombre que sostiene que la masonería se hace en logia, con lo cual estoy de acuerdo, pero cuando aparece levanta mucha polvareda, como por ejemplo con su libro “Llorenç Lluell, un proyecto de masonería transnacional.” ¿A qué pensás que se debe esto?

Ll.Ll..- A que me inclino más hacia la masonería invisible que a la visible, y lo transmito en mis escritos. En mi libro creo haberlo descrito suficientemente. Creo que he hecho un libro muy visible de mí, ya que escribo en “voz alta”, y encima, es un libro con fotos mías personales, de mi actividad masónica, o como dice un estimado amigo mío, “de mi viaje exotérico.

Ahora bien, me niego a ser sepultado bajo la cacofonía de las redes. Internet ha sustituido a los intelectuales por los expertos. La influencia de los pensadores es cada vez menor, esto está quedando muy reflejado en el tratamiento que se está dando hoy a la desgraciada crisis del “Coronavirus”. Ahora los expertos, son tertulianos, y a su vez, asesoran a los políticos. Y así nos va. El que más ruido hace tiene razón, sin argumentos, sin aportar nada más. Se escucha más a Greta Thumber, que al filósofo Bruno Latour, gran experto climático.

No se ha dado cuenta que las mentes más brillantes del debate público han sido llevadas al campo del ostracismo, no forman parte del “me gusta”.


E.E..- Llorenç es una persona que no comulga con el chauvinismo, según mi percepción, y que más allá de haber nacido en alguna parte o ser representante de una Obediencia, difunde una masonería transnacional y trabaja por esa universalidad...

Ll.Ll..- Insisto, creo que la masonería se hace en la logia, y en las Obediencias se hace otra cosa. Algo que muchas veces no se sabe que es. Limitando el trabajo masónico, transmitiéndolo mal, y comparándolo a una organización profana.

E.E..- En mi cabeza aún ronda tu frase: “El esoterismo masónico es un proceso de introspección interior, de búsqueda y vivencia espiritual, por el sendero que debemos recorrer de las manos de las dos grandes capacidades con que Dios nos privilegió: La razón y la fe.

Ll.Ll..- Nuestra construcción como ciudadanos, y nuestra búsqueda interior.

Hoy, que el psicoanálisis vuelve a convertirse en una terapia de la gente rica que tiene tiempo, porque saben que conocerse a sí mismo es mucho mejor que medicarse, podríamos estar más de moda ¡jaja!, ya que eso lo hacemos en la Logia. Y ¿sabes que Sigmund Freud era masón? Que para difundir su obra psicoanalítica, diseñó una organización, la “Sociedad de los Miércoles”, construida con una estructura similar al de una logia masónica.


E.E..- Soy un hombre retro en masonería, es más, te lo había comentado, practico y me encanta la masonería del siglo XVIII y también soy amante de la trasmisión de la Mason Word del siglo XVII, cada vez que profundizo más en ella me hago más enemigo de los injertos y extrapolaciones del siglo XIX en adelante. Supongo que no sos exagerado como yo, pero, ¿Sos conservador en ese sentido o podrías experimentar cierto tipo de cambios que se acomoden a la actualidad? O sea, no ser tan arcaico.

Ll.Ll..- Arcaico, cuyo significado es antiguo, y su significado mas moderno es “pasado de moda”. Creo que no, pero eso deben decirlo los que nos rodean y nos escuchan. Aunque en masonería ese adjetivo no se debe aplicar, quizá la distinción estaría más clara entre adogmático y dogmático. Incluso regular e irregular. Aunque no creo en ninguno de esos caminos, ideas o calificaciones.

E.E..- Hemos visto que le has regalado recientemente a las pupilas del lector un libro de poemas, y siempre he pensado que más importante es el viaje que el destino... ¿Cuán generoso será Llorenç en ese viaje? ¿Qué viene más adelante?.

Ll.Ll..- SÍ, un libro titulado, “Perinde Ac Cadaver”, unos poemas escritos en español y traducidos en el mismo libro al italiano, en una pagina está el espíritu cervantino, y en la otra página el mismo poema con el espíritu de mi amado Dante. ¡Ojalá lo hubiera conseguido! JAJA (Ideal para el Instituto Cervantes de Italia)

Bueno, y ahora ¿qué viene? Pues como decía Machado: “Caminante, se hace camino al andar…” Lo que me deje el Gran Arquitecto, que hoy en día es mucho decir. 



E.E..- Los espíritus libres dibujan su nobleza a partir de los desvaríos existentes en un mundo cada vez más decadente... Llorenç, regalanos un epílogo dadivoso, como una especie de panacea para las fisuras del alma en estos tiempos donde las dificultades son una parte cotidiana de la existencia.

Ll.Ll..- Insatisfacción ciudadano, sensación de ingobernabilidad, con unos partidos políticos cuestionados, divididos, y grandes movilizaciones de masas. ¿A que te suena esto? ¿A lo que promulga el populismo actual? Pues todo esto ocurrió durante la República de Weimar, en Alemania entre 1918 y 1933. Fracaso de la democracia liberal y aparición del populismo nacionalista de Hitler. ¿Qué epílogo? Fíjate que este año se le ha dado el Oscar a la película Joker, que expresa el malestar del pueblo alimentado por el rechazo a lo existente.

Desde este año 2020 en el que “vivimos peligrosamente”, bienvenidos a la nueva era del descontento, donde la función del Arcano será el gran capítulo por escribir y glosar…


Muchas gracias Llorenç...


Por: Eduardo Eid Rodríguez 

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